La facoemulsificación es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar las cataratas, que son opacidades en el cristalino del ojo que pueden afectar gravemente la visión. En esta cirugía para cataratas, se utiliza ultrasonido para fragmentar el cristalino opaco, permitiendo su extracción a través de una pequeña incisión. Esta técnica minimiza el trauma ocular y facilita una recuperación más rápida en comparación con métodos tradicionales.
¿Cuándo está indicado el tratamiento?
La facoemulsificación está indicada principalmente para pacientes con cataratas que afectan su calidad de vida y visión diaria. Las cataratas pueden causar síntomas como visión borrosa, dificultad para ver de noche, sensibilidad a la luz, y cambios frecuentes en la prescripción de gafas. Esta cirugía se recomienda cuando estos síntomas interfieren con actividades cotidianas como leer, conducir o reconocer rostros. Además, puede ser indicada en casos donde las cataratas impidan la evaluación y tratamiento de otras enfermedades oculares.
¿Cómo se realiza la cirugía con facoemulsificación?
Antes de la cirugía de facoemulsificación, se realiza una evaluación completa del ojo, que incluye mediciones precisas del cristalino y del ojo para determinar la potencia adecuada de la lente intraocular que reemplazará al cristalino opaco. Se revisa el historial médico del paciente y se pueden prescribir gotas oculares antibióticas para prevenir infecciones.
La intervención quirúrgica
El procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia local, generalmente en forma de gotas oculares que adormecen el ojo. A continuación, el cirujano realiza una pequeña incisión en la córnea, a través de la cual inserta una sonda ultrasónica. Esta sonda emite ondas de ultrasonido que fragmentan el cristalino opaco en pequeñas piezas. Estas piezas se aspiran suavemente del ojo mediante la misma sonda. Una vez removido el cristalino, se inserta una lente intraocular plegable (LIO) a través de la incisión, la cual se despliega y se coloca en la posición del cristalino original.
Postoperatorio y recuperación
Tras la cirugía, se coloca un protector ocular para proteger el ojo. Es normal experimentar visión borrosa y cierta incomodidad en los primeros días. El médico le dirá al paciente que deberá usar colirios antibióticos y antiinflamatorios durante aproximadamente 15 días.
Es fundamental no frotarse los ojos durante los primeros 20 días; después de este período, se puede hacer con cuidado. Las tareas laborales de escritorio pueden reanudarse después de una semana, utilizando un lente provisorio para la lectura. Las actividades deportivas se pueden practicar a partir de los 15 días, dependiendo de sus características. Durante el período de recuperación, es recomendable el uso de gafas oscuras si la luz resulta molesta.
Como con cualquier cirugía, la facoemulsificación conlleva ciertos riesgos, aunque son relativamente raros. Las complicaciones comunes pueden incluir infecciones, inflamación, hinchazón de la córnea, y desplazamiento de la lente intraocular. Para minimizar estos riesgos, se deben seguir rigurosamente las instrucciones postoperatorias, asistir a las consultas de seguimiento y usar las gotas oculares según lo prescrito.
Resultados de la facoemulsificación
La facoemulsificación es altamente efectiva para restaurar la visión afectada por cataratas. La mayoría de los pacientes experimentan una mejora notable en su visión y pueden retomar sus actividades cotidianas poco después de la cirugía. La recuperación es rápida y las complicaciones son raras, haciendo de este procedimiento una opción preferida para el tratamiento de cataratas en la actualidad.
Preguntas frecuentes sobre la Facoemulsificación
¿La cirugía de facoemulsificación duele?
La técnica de la facoemulsificación no causa dolor ni durante ni después de la operación. De hecho, esta cirugía se puede realizar con anestesia tópica, es decir, mediante el uso de gotas, sin necesidad de inyecciones.
¿Es necesario usar lentes después de la operación?
La necesidad de usar lentes después de la cirugía depende de varios factores, incluyendo el tipo de lente intraocular implantada y las características individuales del ojo del paciente. Algunas personas pueden necesitar gafas para leer o para la visión a distancia, mientras que otras pueden no necesitar gafas en absoluto. Las lentes intraoculares monofocales corrigen la visión a una distancia fija, por lo que pueden requerirse gafas para otras distancias. Las lentes intraoculares multifocales o acomodativas pueden reducir la dependencia de gafas para múltiples distancias.
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